Nuestra postura sobre las manifestaciones
Desde la creación de la Asociación, decidimos seguir dos vías de acción principales:
- A. La vía política, basada en la fuerza de la palabra y el diálogo.
- B. La vía judicial, como herramienta para defender nuestros derechos.
Desde el inicio, renunciamos a las manifestaciones y protestas, ya que nuestra experiencia desde 1990 nos ha demostrado que no generan resultados efectivos. Por el contrario, solo refuerzan la posición del Gobierno, rompen los puentes de comunicación y favorecen la incomunicación del Estado, algo que le resulta conveniente.
Las manifestaciones no cumplen ningún objetivo útil:
1. No generan empatía ni solidaridad.
2. No convencen a la opinión pública ni a los tomadores de decisiones.
3. Solo visibilizan nuestra debilidad (de más de 3.600 familias afectadas, apenas 200 se manifiestan).
4. Fortalecen la narrativa del MITECO, que utiliza un discurso divisivo, enfrentando una supuesta minoría privilegiada contra una mayoría desfavorecida.
5. Son un ruido menor que, lejos de incomodar al Gobierno, le sirve para desviar la atención del problema real.
6. Nunca una manifestación ha cambiado la realidad (verbigracia: En 2003, cerca de un millón de personas marcharon en Londres contra la Guerra de Irak, en la mayor protesta en la historia del Reino Unido, con manifestaciones similares en más de 60 países. Sin embargo, pese a la gran oposición pública, EE.UU. y Reino Unido declararon la guerra semanas después. Para los escépticos de las protestas, esta manifestación es un ejemplo de su ineficacia, pues, aunque masiva y organizada, no logró resultados).
7. Los académicos Nick Srnicek y Alex Williams califican estos eventos como "políticas populares" fugaces, comparando las protestas actuales con un pasatiempo o una experiencia de consumo, más que una herramienta de cambio social.).
Por estas razones, mantenemos nuestro compromiso con el diálogo y la vía judicial como los únicos caminos efectivos para alcanzar nuestras metas.
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