Los propietarios salen indignados del acto de apeo
EL MINISTERIO INICIA LOS DESLINDES EN EL LITORAL NORTE (I)
«Primero nos dejan sin playa y ahora sin casas», truenan los propietarios en el acta de apeos, realizada con mucha tensión en la estación marítima
Los vecinos denuncian que el ayuntamiento sigue concediendo licencias para nuevas urbanizaciones, algunas no afectadas por los deslindes: «La línea hace un giro muy raro»
Los funcionarios realizan las primeras mediciones para delimitar la nueva zona pública a veces sobre urbanizaciones enteras: zonas verdes, portales, piscinas…
Un temporal, a veces incluso una galerna, del que no siempre pudo salir airosa. Eso tuvo que capear este martes la jefa del servicio provincial de Costas, Rosa de los Ríos, en Dénia, donde acudió para firmar el acta de apeos que da luz verde a los tres deslindes que afectarán a más de 3.600 viviendas en diez kilómetros de costa norte. Ese acta tuvo lugar en la estación marítima del puerto y allí De los Ríos tuvo que enfrentarse a centenares y más centenares de propietarios muy enfadados.
Ya a las 8.00 de la mañana un nutrido grupo de vecinos recibieron a la jefa de Costas manifestándose contra esa medida pancarta en mano ante una fuerte presencia policial quizás un tanto desproporcionada. Después, en el interior de la segunda planta del edificio, cuando comenzaron las reuniones, los afectados la interrumpieron a ella y a sus funcionarios de forma constante.
De los Ríos intentó tranquilizarlos. Algo así como que no hay para tanto. Para empezar afirmó que esto sólo es el comienzo. Que la línea de deslinde que se ha trazado, y que se podía consultar en varios planos colgados en las grandes cristaleras de la estación, es provisional. Que todo puede cambiar. Que los propietarios tienen tiempo para presentar alegaciones y ser escuchados. Ahí comenzaron ya los primeros murmullos en las sala. Y dos vecinos le preguntaron, «pero, ¿cómo vamos a alegar si no conocemos en qué estudios técnicos se han basado para trazar la línea?».
La jefa de Costas y los funcionarios del Estado que la acompañaban tuvieron sus dificultades en contestar a eso. Dijeron que en principio la línea se ha trazado en función de las playas y cordones dunares que «son más o menos aparentes, lo que se denomina sedimentos sueltos». Eso no convenció tampoco a los residentes. Los murmullos fueron en aumento.
Una vecina subrayó que «sé que ustedes son ingenieros y yo no, pero me quedo muy preocupada porque vivo en una zona donde hace 40 años había cuarenta metros de playa y ahora ya no queda arena porque ustedes [Costas] desaprovecharon una subvención de la Unión Europea y nunca regeneraron. Entonces, ¿cómo pueden decir que el deslinde se guía por las dunas? Si allí no hay... Nos están dejando sin playas y sin casas. Primero regeneren y después tracen las líneas pero no nos dejen sin propiedades».
Y ahí ya ardió Troya. El resto de asistentes rompieron a aplaudir.
De los Ríos recordó que ya hay una regeneración en marcha, la de Les Deveses. Pero para la otra, que afecta al resto de la costa norte, todavía falta tiempo porque está en tramitación. Los asistentes insistieron: «Entonces, ¿por qué no dejan el deslinde para después?»
Y, mientras tanto, se sigue construyendo
Otra vecina contó que vive en la zona de l’Estanyó y que su propiedad está totalmente afectada por la nueva delimitación de Costas. «Pero justo al lado están construyendo ahora mismo una finca y yo les pregunté, cómo es posible, y me contestaron, es que tiene permiso del ayuntamiento».
De hecho otras personas cuestionaron cómo es posible que se sigan otorgando licencias municipales en esa situación. «El ayuntamiento tiene mucho que decir aquí, sigue dando permisos para que se construyan urbanizaciones que están afectadas por la Ley de Costas, lo que tendrían que hacer es no dejar construir más, pero proteger las casas que ya están».
El enfado en este sentido aún creció más cuando una propietaria reveló que una de esas urbanizaciones nuevas no está afectada por la famosa línea del deslinde porque que hace una especie de quiebro extraño y la esquiva.
Más y más aplausos. Y risas de indignación.
Lo cierto es que también este martes los técnicos del Ministerio fueron a realizar diversas mediciones a toda la zona del litoral afectada, entre el río Molinell en el límite con Oliva y el Primer Regatxo. Y lo que midieron, y que por lo tanto es susceptible de quedar encuadrado en dominio público marítimo terrestre, no es algún pequeño muro o un jardín aislado: hay urbanizaciones enteras, con portales, zonas verdes y piscinas incluidas, tal y como puede apreciarse en las imágenes.
«No se va a demoler nada»
Ante todo eso, De los Ríos insistió en que las consecuencias de los deslindes no serán tan lesivas: «Quiero aclarar ante las informaciones aparecidas en prensa que no va a demolerse ninguna casa, tanto si queda en dominio público marítimo terrestre como en sus servidumbres asociadas». Además, en todas esas edificaciones «se podrán realizar obras de modernización, mantenimiento, reparación y consolidación que no impliquen un aumento de volumen».
Ahora bien, De los Ríos perdió un tanto su capacidad de tranquilizar cuando se refirió a otra medida a la que los vecinos sí se oponen de forma rotunda: «En las edificaciones de dominio público marítimo terrestre tendrá lugar un proceso de transformación de propiedad a concesión administrativa, que es un derecho de compensación previsto en la Ley de Costas de 1988, reconocido por una sentencia del Tribunal Supremo, y reconocida en la posterior ley del de 2013».
Y esas concesiones no suponen, según De los ríos, una expropiación: «Las concesiones se podrán en el futuro comprar, heredar, vender o hipotecar».
«Cómo se nota que no tienes tu casa ahí», espetó un vecino. Y es que eso sí lo rechazan con rotundidad los residentes: creen que se les despoja de unas propiedades que en ocasiones han heredado durante generaciones y que el precio de las mismas en caso de venta se desplomará por los suelos. El propio ayuntamiento, en una moción aprobada por todos los partidos políticos, exige que se retire esa controvertida figura de la concesión.
Por cierto que al acta de apeos únicamente se personó una de esas fuerzas políticas, el PP: lo hizo su portavoz, Pepa Font, y el concejal Carlos Barona. Acompañaban a Vicente Martínez Mus, director general de Costas pero en este caso autonómico (depende de la Conselleria de Medio Ambiente) y que como ya anunciara ha presentado alegaciones a los deslindes y se ha postulado «al lado de os vecinos».
Créditos: https://lamarinaplaza.com/2023/11/07/costas-asegura-que-no-demolera-ninguna-casa-en-el-litoral-de-denia-pero-no-aplaca-la-furia-de-los-vecinos/
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